Mandoble


El mandoble en la destreza española de espada ropera, es un golpe dado izquierda a derecha y descendiendo, similar a un estramazón, pero inclinado hacia la horizontalidad y efectuando previamente un movimiento de muñeca de atrás hacia adelante, y partiendo de una guardia que apunta al enemigo generalmente. Este golpe era muy típicamente español y si bien no era mortal, era un tajo muy desagradable y desconcertante por estar dirigido a la cara.

Si bien a muchas espadas de mano y media se las ha llamado mandobles, como también se les ha atribuido demás nombres genéricos (espada larga, montante, espada bastarda, espadón), parece ser que hubo un tipo de espada de este tipo, de grandes dimensiones, surgida en europa por el s.XV y que fue conocido con el nombre de mandoble. Sin embargo, dada la ambigüedad de términos para referirse a las armas y su uso profuso y nada metódico a lo largo de la historia, y ya que los diccionarios actuales no reparan en estos detalles, no nos atrevemos a afirmar que sea la única acepción válida para el vocablo, aunque si sentara precedente serviría para aclarar algo de terminología.

Nota de edición: Si se entiende el vocablo 'mandoble' en su sentido más amplio, cualquier espada de empuñadura y uso a mano y media lo sería. En tal caso los orígenes de estas habría que buscarlo en el montante.

Su origen bajomedieval parte de los primitivos sax nórdicos, cuya evolución desembocó finalmente en estas espadas, tras pasar por diversos modelos, cuya fabricación en un principo consistía en dar magnitud a espadas de marca, sin aderezos ni gaurnición siquiera, únicamente otorgando masa y consistencia a la estructura. Se popularizó el uso de estas armas entre los pueblos germánicos, suiza y las regiones escandinavas.

El Mandoble renacentista

El antecedente del mandoble renacentista es la claymore escocesa utilizada para machacar infantes y derribar jinetes, luego de haber sufrido algunas variaciones para adaptarla a los nuevos fines impuestos por los nuevos medios bélicos.

El Mandoble es una espada de gran peso, de hasta 4 kg, y grandes dimensiones (de 2 a 2'5 metros de largo), que debe ser manejada con ambas manos para hacerlo con velocidad. Es un arma de los siglos XV y XVI empleada en combate a pie, pensada para atacar eficazmente las armaduras de placas y cotas de malla, provocando en ocasiones fracturas o hematomas graves sin necesidad de perforar la armadura. Sin embargo, su objetivo principal consistía en romper las filas de piqueros acorazados para permitir una ofensiva mayor, como las cargas de caballería.

La empuñadura de los mandobles media aproximadamente una quinta o cuarta parte del total del arma, estaban dotados de guardia de largos gavilanes en cruz y solían estar rematadas por un pomo esférico o redondo, con lo que la muñeca izquierda podía rotar encima, lo cual permitía asestar rápidos golpes y estocadas a una distancia más que respetable. Estas espadas se podían esgrimir también con una mano en la empuñadura y otra sobre el primer tercio, que no tenía filo, de forma que permitía un manejo correcto a corta distancia. Con el fin de potenciar este posible uso, o minimizar sus contrapartidas, se solían dotar también de púas en el inicio del filo, a modo de falsaguarda, para mejorar el agarre, evitar que la mano se deslizara hasta el filo y para prevenir que fuera la espada del adversario la que se deslizara por el filo hasta alcanzarle la mano.

Algunos tenían la hoja serpenteante, aparentemente para potenciar la capacidad de corte-tajo, debido a su peso y al impedir que ésta se deslizara libremente, frenado por la forma de S de la hoja, si bien es probable que se trate de una simple concesión al arte.

El ocaso del mandoble

Con la proliferación de las primeras armas de fuego la manera de hacer la guerra cambió drásticamente: los fusiles con bayoneta suplantaron a las picas y se hizo preferible mayor movilidad antes que más armadura, pues ya no era protección eficiente contra las armas de fuego, con lo que el papel del mandoble se hizo innecesario. Probablemente la práctica desaparición de este tipo de armas de los campos de batalla coincidiera con la difusión del término mandoble como nombre genérico para espadas a dos manos.

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