Este alfabeto pudo ser utilizado por los freires con la intención de ocultar sus transacciones comerciales de miradas no autorizadas, aunque no se descarta que también pudiera ser un medio de comunicación entre los iniciados de la orden.
La existencia de la W en un alfabeto latino y su reproducción en textos masones del XIX levantaron dudas a cerca de su autenticidad. No obstante parece ser que existen documentos del siglo XII que lo utilizan y que la w puede tratarse de una especie de contraseña o símbolo supletorio.