Los grandes castillos - Introducción
Una de las construcciones medievales más características, el castillo es un lugar robusto y con aspecto inexpugnable, cercado de murallas, baluartes, fosos y otras fortificaciones. Al obedecer a necesidades defensivas, se trataba de una construcción funcional, en la que lo decorativo era absolutamente obviado. Paulatinamente, el castillo se convierte en la residencia nobiliaria. El edificio defensivo pasa a ser un palacio, apareciendo elementos ornamentales. Los castillos españoles suelen obedecer a una tipología común: son más bien pequeños, con torres almenadas, material constructivo visto y foso seco alrededor. Fruto de la evolución histórica, el castillo hispano sufre modificaciones. Durante el dominio andalusí se emplea un castillo de inspiración romana. En los reinos cristianos se añade a la tipología andalusí la torre del homenaje, acercándose a modelos ingleses y franceses. En las últimas edificaciones se pone de manifiesto el crisol cultural que se vivió en la Edad Media española, al mezclarse los estilos mudéjar y gótico. De esta manera, en las tierras de España nos encontramos con un amplio abanico de edificios militares, que nos trasladan a tiempos medievales.
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